viernes, 27 de diciembre de 2019

¡FELIZ NAVIDAD!

Como todos los años, los más peques del Magallanes queremos desearos una preciosa Navidad y un año 2020 lleno de cosas buenas, y para celebrarlo aquí va nuestro regalo:


AULA DE 2 AÑOS:



AULA DE 3 AÑOS:



AULA DE 4 AÑOS:



AULA DE 5 AÑOS:




TODOS JUNTOS (3, 4 Y 5 AÑOS):




domingo, 15 de diciembre de 2019

OPERACIÓN POLVORÓN II

La semana pasada realizamos en el cole la Operación Polvorón, que, a nuestro parecer, fue todo un éxito, como podéis apreciar:


Entre todos/as, conseguimos reunir:

20 kg. de polvorones (polvorón arriba, polvorón abajo)
81 tabletas de turrón
10 paquetes de bombones
8 cajas de pastas
7 paquetes de mazapán
6 cajas de trufas
4 panettones
2 paquetes de galletas
1 bolsa de peladillas
1 paquete de barquillos de turrón


Daniel, el voluntario que vino a proponernos esta recogida, fue el encargado de hacer llegar los dulces navideños a las Hnas. de la Caridad que son las que gestionan la Cocina Económica de Santander, y a las que queremos agradecer que nos hayan permitido compartir con los que hoy más lo necesitan un poco de alegría navideña en forma de polvorón.

viernes, 6 de diciembre de 2019

OPERACIÓN POLVORÓN

El miércoles pasado contamos en el colegio con la visita de Daniel, un chico que es voluntario de la Cocina Económica de Santander. 

Con él estuvimos pensando en lo bien que nos sentimos cuando COMPARTIMOS. Y nos dejó en cada clase este cartel:





Comenzamos así una campaña especial...:


GRAN RECOGIDA DE PRODUCTOS NAVIDEÑOS A BENEFICIO DE LA COCINA ECONÓMICA DE SANTANDER, DEL 10 AL 13 DE DICIEMBRE.

Desde  el  colegio  Magallanes  queremos  colaborar  con  una  institución  tan  arraigada  en  nuestra  ciudad como es LA COCINA ECONÓMICA (http://www.cocinaeconomicasantander.org para que esta Navidad no falte en sus mesas un dulce navideño.

Os animamos a colaborar con vuestras dulces aportaciones, y para ello hemos habilitado un punto de recogida en la planta baja del colegio.




¡¡ESPERAMOS VUESTRA GENEROSA COLABORACIÓN!!





jueves, 5 de diciembre de 2019

"EL PARAÍSO DE MI GATO", el cuento de Luis

El pasado viernes 28 de noviembre hemos tenido otra colaboración especial en nuestro Grupo de Teatro Roberto Enríquez: se trata de LUIS D'ORS, un gran actor, director de teatro, profesor de actores y actrices, y sobre todo... CUENTACUENTOS.

Luis no podía venir a Santander a vernos, pero se le ocurrió que podía enviarnos un audio con uno de sus cuentos: "El paraíso de mi gato".

El viernes, en la sesión semanal del taller de teatro, en cada uno de los cuatro equipos nos preparamos para escuchar, casi a oscuras, a la luz de una vela, la suave voz de Luis contándonos la maravillosa historia de Ester y su gato Desireé. Fue un momento mágico.

Después de escucharlo en silencio y muy atentos, se nos ocurrieron varias formas de revivirlo: jugamos con los personajes, dramatizamos la historia, hicimos dibujos, también un mural, unos títeres... en cada uno de los equipos hicimos cosas diferentes para expresar lo que había significado para nosotros ese precioso cuento que Luis nos mandó desde tan lejos, con todo su cariño.

Hemos preparado un vídeo con algunos de estos momentos:




¡¡GRACIAS LUIS!!



Por si queréis conocer un poco más a Luis d'Ors, os dejamos un entrañable texto que escribió acordándose de cuando era pequeño y hacía TEATRO en el colegio  (publicado en su blog: https://companiadeactoresmichaelchejov.blogspot.com/search?q=elogio+del+teatro)






ELOGIO DEL TEATRO EN LA ESCUELA.Elogio del otro, el entusiasmo, la dificultad y el riesgo (Intervención de Luis d´Ors en la mesa redonda, sobre el 50º aniversario del “Auto de Navidad” del Colegio Estudio)
Quiero contarles esta noche algunos recuerdos personales, mi descubrimiento del teatro cuando niño, surgido en la escuela.
Quizá a través de estas anécdotas puedan desprenderse algunas ideas sobre la importancia del teatro en la escuela.
Yo no fui alumno del Estudio, sino del Decroly, un colegio que rivalizaba con éste por los premios teatrales, (que casi siempre se llevaba el Estudio).
Yo era un niño melancólico y solitario, y en mi sensibilidad infantil sufrí lo mío.
Era un colegio con profesores muy mayores (así al menos los veía yo entonces, parecidos a las geniales caricaturas que aparecen en “Amarcord” de Fellini); algunos buenos, algunos malos. El Decroly tenía la virtud de que en sus aulas podías encontrarte desde el hijo de la portera -que olía a coliflor-; hasta el hijo del empresario adinerado que olía a “Varon Dandy”   –qué importantes los olores en la infancia-.
Algunos años más tarde, tras mi salida del colegio, me reconocí en esa frase de Woody Allen: “Todas las mañanas doy gracias a Dios de no tener que ir al colegio”. 
Sin embargo hay algo que debo agradecer por siempre al Colegio: en el Decroly se hacía teatro. Y se hacía con esmero y dedicación.
Comencé apuntándome a lo que se llamaba “la Representación de Navidad”. En ella pasé de hacer de pastorcillo a los 8 años (“Yo digo, sin más ruido, / que este zagal que es venido, / es un Ángel singular…”), a encarnar a San José;¡menuda ilusión! De Virgen contaba con la niña más guapa de mi clase, de la que estaba secretamente enamorado: (“Esposa y Señora mía,/gran gozo siente mi alma…”). Después del estirón, hice de Rey Gaspar  (“ ¡Dios criador! ¡Cual maravella/ No sé cual es aquesta estrella…!). Cierto es que no sabía qué significaban esas palabras, que decíamos de carrerilla con el soniquete marcado por la profesora, pero las recitábamos con tal sagrado respeto y seriedad, que hoy puedo asegurar que en aquellos niños que éramos se producía la mágica transformación a través de la poesía. Percibí que en el teatro se podía hablar de lo oscuro y lo luminoso, y combatir todo lo que no nos gustaba del mundo por la fuerza de la poesía. 

El teatro me salvó. Así, categóricamente lo digo. 

¿Por qué lo digo? 
1. ELOGIO DEL OTRO
No sólo en el colegio me enamoré de un oficio, al que posteriormente he dedicado mi vida. A través del juego de la imaginación en que pude vivir otras vidas, el teatro me ayudó a viajar fuera y también hacia dentro de mí. Un viaje hacia mi propia individualidad interior y hacia la del otro, y junto a los otros. Esta conciencia de lo que yo era, y lo que yo no era (la conciencia del otro) me hizo más flexible, tolerante y rico. Tan importante como el aprendizaje de otra lengua, de hacer excursiones o practicar deporte… el teatro en la escuela abre ventanas al mundo, para afirmarlo. Y hacer este viaje en compañía de otros (el teatro. arte colectivo por excelencia, “el poeta coral”, que dice Maiakovski) me hizo sentir que pertenecía a este mundo.
Descubrí además el valor del entusiasmo que mueve montañas.
2. ELOGIO DEL ENTUSIASMO
En el teatro lo pasábamos bomba. Cuando años después me dediqué ocasionalmente a la enseñanza teatral, intenté no olvidar nunca la lección de aquellas profesoras apasionadas por el teatro, resumido en esa máxima de Goethe: “Al estudiante no instruirlo, estimularlo: él sólo hará la tarea”. Aprendí algo valioso de mis mejores profesores, tanto para dar clases como para dirigir teatro: la fuerza que tiene el contagio del placer, la provocación del entusiasmo. (“Si algo se puede transmitir como profesor,   -dice Steiner-, es que estás poseído por lo que enseñas. Quizá tus alumnos estén en desacuerdo o se burlen o te consideren loco, pero te escucharán”). Y esta fue otra lección, aprendida de aquellas mujeres que luchaban incansables para que memorizáramos bien los movimientos, gestos y palabras, y las repitiéramos atentos en el escenario del salón de actos escolar. 
 “¡Qué difícil!”, pensaba entonces. Y no me faltaba razón. El teatro es de las disciplinas más difíciles porque engloba muchas otras.
3. ELOGIO DE LA DIFICULTAD
Hacer algo muy difícil aviva la pasión, inculca en el niño la obligación de ser mejor.
Hoy puedo decir que haber memorizado tantos textos y gestos provocó que me apropiara de sonidos, giros lingüísticos, imágenes. El teatro me transformó porque el transmitir oralmente esa tradición del castellano, me hizo apropiarme del aliento inspirado de los poetas. Porque para poder decir bien un poema necesitas ir a la fuente, al impulso del que partió el poeta.
Al igual que la memorización de la mejor posición en el espacio, el mejor gesto en su tempo-ritmo me hizo ver que podía progresar en la comunicación de lo relevante.
Por eso, soy de los que piensan que aunque aprender de memoria moleste mucho, la memorización de la poesía debería volver a ocupar un papel importante en la vida de los niños, (en especial de los que viven con carencias sociales, económicas e ideológicas). Y conviene esforzarse para que nadie nos arrebate lo que nos pertenece, la cultura viva, la palabra encarnada. Esa literatura, que tanto me gustaba, debía en el teatro abandonar las páginas del libro para hacerse presente en el cuerpo, para llegar a ser una forma de respirar, y así traspasar y encarnarse en el espectador. 
4. ELOGIO DEL RIESGO
Por último, equilibrar mi tendencia de niño soñador, y compensarla con acción y riesgo me hizo mucho bien. Dejar de lado las ideas a favor de la experiencia y ofrecer un flanco abierto a las críticas del público, me proporcionó la ocasión de aprender a confrontarme con los otros. Esa heroicidad de “hacer” y “ponerse en peligro” (la vocación de ese funambulista que es el actor) era necesario para corregir la comodidad del  observador desde la barrera. Era imprescindible ponerse a prueba, subirse al escenario porque era la única posibilidad de comunicarme y escapar del aislamiento. Merecía la pena representar ante otros, aceptar las críticas, soportar los elogios. 
*Por eso, por darme la ocasión de jugar y descubrir el mundo,  a través del valor del otro, el valor del entusiasmo, el valor del esfuerzo y el valor del riesgo, el teatro en el colegio me salvó. 
*Por eso, ver hoy este Auto de Navidad, (del que mi memoria guarda melodías de canciones, gestos de bailes y palabras), es para mí emocionante. Porque, ¿hay una manera mejor de  descubrir la cultura viva, averiguar, con la ayuda de la mejor tradición española, qué significa celebrar la Navidad? ¿No es el teatro en la escuela una manera extraordinaria de aprender a ser persona?