Hay juegos que nunca pasan de moda y a los que todos deberíamos saber jugar, porque no sólo sirven como pasatiempo, sino que a los niños y niñas les ayudan a reforzar su desarrollo mental, psicológico y emocional y, aunque no dejan de ser un juego, les ayuda a estimular la concentración, la paciencia, la capacidad de deducción, la tolerancia a la frustración, a seguir unas normas y a aceptar la derrota.
Hay muchos tipos de juegos de mesa, los hay para todas las edades y para estimular los diferentes intereses y capacidades de los peques. Y, además, ¡se pueden jugar en familia!
Para los más pequeños, recomendamos:
El dominó, el Tres en raya, el Conecta 4, son juegos de estrategia, con normas sencillas que son perfectos para estimular la autonomía. Además, el dominó les permite practicar el conteo y otros conceptos numéricos.
Cualquier tipo de Memory, el juego de "Simón dice" o los puzzles adaptados a su edad son estupendos para mejorar la memoria y la capacidad de concentración.
Y ¿quien no conoce el Parchís o la Oca? Son juegos de azar, con cierta dosis de estrategia y que ayuda a los peques a mejorar el conteo y la asociación número-cantidad, aunque la suerte sea la protagonista.
Si no tenéis alguno de esos juegos, en Internet podéis encontrar un montón de ideas para fabricarlos.
(Pinchad en las imágenes para ver algunos ejemplos)
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